Nuestra autoestima está conformada por la percepción que tenemos de nosotros mismos.
Las creencias que hemos interiorizado nos hacen sentir de maneras diferentes y son las causantes de que nos atribuyamos más o menos valía personal. Ellas nos van hacer sentir distintos estados emocionales que nos predispone positiva o negativamente hacía el autoconcepto que nos apliquemos y de ello los objetivos que nos propongamos sintiéndonos “capaces o incapaces”.
Si nuestra autoestima es sana nos va a permitir crecer y evolucionar, lo contrario sucederá cuando las emociones, sentimientos y pensamientos que mantengamos referentes a nosotros mismos nos resten toda la energía, por lo que es importante aumentarla para tener fuerza con la que crecer .
No dependas de alguien más para ser feliz y para valórate. Sólo tú puedes ser responsable de eso. Si no puedes quererte y respetarte a ti mismo, nadie podrá hacer que eso ocurra” Stacey Charter.
De todos los diálogos el más tóxico y limitante es nuestro diálogo interior, igual sucede con los juicios los más dañinos son aquellos en los que nos enjuiciamos con críticas y desaprobaciones.
Cuando nos aceptamos renunciamos a luchas interiores de desaprobaciones y enjuiciamientos. Este es el primer paso: “ Acéptate incondicionalmente”.
Si realmente nos conociésemos en nuestra grandeza, nuestra autoestima no estaría conformada por un sistema de creencias limitantes y nada útiles, todo lo contrario, nos resultaría útil, constituyendo el eje vertebrador de nuestro bienestar y maduración emocional.
La confianza y el respeto por quién somos conforman otra estructura sólida en nuestros valores que nos permite vivir dignos y merecedores de lo bueno.
“ Usted mismo, tanto como cualquier otro en el Universo entero, merece su amor y afecto” Buda
El gestionar correctamente los sentimientos de culpa y autoexigencia hacía nosotros nos permite fluir en las adversidades y corregir sabiamente los errores, con una posición de integridad y aprendizaje ante los mimos, sin afectar a nuestras partes elementales.
Vivir en el “aquí y el ahora”, activos y participes conscientes en cada momento, son experiencias maravillosas que nos hacen sentir bien y realizados fortaleciendo aún más nuestra auto valía.
No te compares, piensa que todos somos “ únicos e irrepetibles”. Cada individuo tiene sus potencialidades, enfócate en ellas y permite que tus pensamientos se centren en tus mejores cualidades.
Piensa que eres el responsable de tu vida, ya que aunque los demás nos pueden influir somos nosotros los que nos atribuimos sentimientos de inferioridad, desaprobación y poca valía.
“ Si no eres bueno amándote a ti mismo, tendrás dificultades al amar a alguien, debido a que resentirás el tiempo y energía que das a otra persona que ni siquiera te das a ti mismo.” Barbara De Angelisi.
Ponte metas y propósitos realistas, bien organizados y con planes de acción activos que te acerquen a su consecución. Cada vez que superes un obstáculo, consigas un objetivo y tu autoestima crecerá más, ya que esta se va forjando en base a sucesos y experiencias vividas.
Conoce y práctica lo que realmente te hace sentir bien y feliz, llénate de vitalidad y entusiasmo, sensaciones placenteras y necesarias que nos acercan más al ideal de vida pleno.
Estos son algunos de los consejos que puedes seguir para fortalecer tu autoestima, cambios en tus aptitudes y posicionamiento contigo y con la vida. Es necesario que salgas de tu zona de confort y afrontes estos desafíos de conocerte a ti mism@ y dejarte sorprender .
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