Siempre debemos entender que acudir al psicólogo debe ser una forma de mejorar nuestra vida y no una razón para sentirnos estigmatizados o para intentar dejar en manos de otros nuestros problemas.
Al iniciar la terapia, vamos a establecer objetivos claros. Quizás esté tratando de superar sentimientos de desesperanza relacionado con la depresión o necesita superar un temor que afecta su vida diaria, usted debe de saber que unos objetivos lleva más tiempo que otros alcanzarlos. Usted y yo decidiremos en qué punto empezaremos a ver progresos.
Un buen signo es si comienza a sentir una sensación de alivio y esperanza. Estaremos en lo cierto de que hemos acertado con la terapia y a partir de ahí todo le resultará mucho más sencillo y placentero.
Todos los tratamientos siempre serán personalizados, la primera visita informativa servirá para conocernos, poder evaluar juntos las dificultades y hablar de un plan de ayuda. Dado que cuando uno lo está pasando mal desea recuperarse cuanto antes, siempre procuro que los tratamientos tengan la menos duración posible, con el consiguiente ahorro de tiempo y dinero que ello supone. En mí, encontrarás honestidad, confianza, respeto y un trato humano y cercano.
Si finalmente decides realizar una consulta, recuerda que mi ética profesional me obliga a mantener el anonimato y el secreto profesional de todas las conversaciones que se lleven a cabo. Toda la información recibida, por tanto, se tratará respetando la total intimidad y privacidad de la persona que realiza la consulta.