Hoy en día el estrés es uno de los males que las personas suelen padecer mayoritariamente debido a la velocidad y sobrecarga con que afrontan la mayoría de las actividades del día a día.
Estamos preparados para sobrellevar períodos cortos de estrés en los que se nos exige un alto rendimiento, ante los cuales un cierto grado de estrés no dañino nos ayuda a mantenernos atentos y concentrados en el desempeño de la actividad; sin embargo cuando estos períodos de demanda excesiva se prolongan en el tiempo y sobrepasan nuestro nivel de tolerancia al estrés, nos van ocasionar daños en nuestra mente y cuerpo.
«El bienestar y la salud son un deber, de otra manera no podríamos mantener nuestra mente fuerte y clara».-Buda.
Si actuamos a tiempo podemos evitar los efectos devastadores del estrés en nuestra salud.
“ Descansa. Un campo que ha descansado da una cosecha generosa”. Ovidio
Le puede resultar útil el seguir los siguientes consejos para intervenir a tiempo y evitar sus efectos perjudiciales:
- Es muy importante saber identificar a tiempo sus manifestaciones físicas (tensión muscular en distintas zonas del cuerpo) y emocionales (irritación, angustia).
- El actuar ante las primeras señales nos permite disminuir la presión que empieza a generar en nosotros. La práctica de la respiración consciente nos permite recuperar la calma y canalizar el momento .Concentrados en nuestro ritmo respiratorio, lento, suave y silencioso nos facilita modular el funcionamiento de nuestro sistema nervioso, relajándolo. Las respiraciones profundas, dosificadas reducen el nivel de tensión. La ayuda de un experto le puede enseñar a utilizar las técnicas respiratorias adecuadamente.
- El apartar momentáneamente la atención de los sucesos que nos están estresando favorece el que interrumpamos la espiral de quedar atrapados mentalmente, aminorar la inquietud y predisponernos más saludablemente para su afrontamiento. Caminar 10 minutos, respirar hondo, conversar con una amistad sobre otro tema, tomarnos algo o fijarnos en algún detalle que llame nuestra atención y dedicar unos minutos a contemplarlo nos va ayudar.
«El bienestar y la energía se engendran mutuamente.»-Joseph Addison.
- En nuestra oficina o puesto de trabajo habitual donde la posibilidad de levantarnos o salir no sea posible pruebe con respiraciones profundas y ejercicios de cerrar las manos presionando y aflojando. Puede intercalar ambos ejercicios .El levantarnos estirando la espalda y mover músculos de la cara permite también eliminar estrés.
- Cuide su diálogo interior y el tipo de pensamientos que le inundan. Un diálogo que hable positivamente de nosotros y nos trasmita calma, aliento y motivación. Del mismo modo con los pensamientos que estos sean positivos, reencuadrando la situación y viendo las partes buenas de la misma.
«La mejor arma contra el estrés es la habilidad para elegir un pensamiento sobre otro».-William James.
- Sea asertivo y no pretenda asumir más carga que nadie. Si comete algún error reaccione con autocompasión sin culparse excesivamente por ello y aprovechando la oportunidad para mejorar . No intente agradar y complacer a todo el mundo ya que es algo imposible de lograr, cada persona tiene su manera propia de valorar y percibir la realidad por lo que a lo que a usted le cuesta a otro le puede resultar desapercibido.
- Mantenga una buena comunicación con las personas que le rodean, permitiéndonos expresar la manera en que nos sentimos atareados y necesitamos de su ayuda. Pronto se nos ofrecerá a nosotros la oportunidad de agradecerlo. El disponer de una buena red de apoyo social ayuda a mitigar los efectos perjudiciales del estrés .
“Nadie elegiría vivir sin amigos aunque tuviera todos los demás bienes”-Aristóteles-
- Practique ejercicio físico lo más regularmente que pueda, entre sus numerosos beneficios se encuentra la liberación de endorfinas conocidas como hormonas de la felicidad.
- Cuide su dieta( Brindar al cuerpo los nutrientes necesarios, incluyendo proteínas, ácidos grasos esenciales, minerales, vitaminas e hidratos de carbono simples); su sueño( El cuerpo necesita descansar, lo mismo que la mente )y evite hábitos perjudiciales para la salud( alcohol, tabaco, drogas). Cultive sus ocios preferidos siempre que pueda. Las actividades que nos gustan nos confieren un respiro necesario y nos vuelven a conectar con nosotros.
Dosifique bien su tiempo y su energía. La organización de actividades bien planificadas ayuda en su ejecución y evita sobresaltos por olvidos, descuidos… A mayores nos transmitirá una sensación agradable de control, orden y dominio. Siempre priorizaremos las actividades más importantes, ayudados de una agenda nos resultará más visible toda esta información y los detalles más destacados pudiendo relajarnos al saber que con consultarla el día lo tenemos organizado.
«El estrés es causado por “estar aquí” pero querer estar “allí”.-Eckhart Tolle.
El sentido del humor y el optimismo nos facilita el mantener las pilas bien cargadas, actúa como un potenciador de las buenas emociones que nos van acompañar a lo lago de la jornada, resaltando el dicho de que» no es lo que hago sino como lo hago».
- Disfrute de la naturaleza solo o acompañado de su amistades. Pocas cosas nos pueden relajar tanto y hacernos sentir bien como un paseo en el bosque, parque…
- Utilice adecuadamente la música . Algunos tipos de música favorecen la relajación y facilitan la concentración y atención.
- No posponga demasiado sus vacaciones, necesitamos interaccionar con contextos y actividades nuevas y distintas para desconectar realmente del todo. Nuestra mente entonces se aleja de todo lo que durante un año la atrapo y es el momento de la despreocupación y el disfrute necesario para que el organismo realmente repare y el ánimo sano y renovado nos permita volver enfrentar otro período de trabajo y esfuerzo.
- Introduzca en sus hábitos saludables técnicas de relajación. Respiración profunda y meditación, relajación muscular progresiva, mindfulness o atención plena.
«Tomarse un tiempo cada día para relajarse y renovarse es esencial para vivir bien.»-Judith Hanson Lasater.
- Siempre puede consultar con un profesional de la psicología si a pesar de todos los consejos su situación no mejora por llevar ya mucho tiempo inmerso en un proceso de estrés maligno o decide que su caso necesita una intervención más detallada.
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