Nos estamos acercando a las fechas de fin de curso en donde nos vamos tener que volver a examinar y en esta ocasión un poco más cansados ya que hemos afrontado todo un curso académico lleno de retos y dificultades.

Cada vez son más las exigencias con lo que el agobio , la inseguridad y el estrés afectan a los estudiantes generando nerviosismo y angustia que dificulta para encararse con éxito a las temidas pruebas de evaluación o selectividad. Aquellos que peor gestionen niveles altos de estrés les puede llegar incluso a ocasionar un fracaso al bloquearse completamente y quedarse en blanco.

Este tipo de emociones estresantes puede ocasionar merma en la autoestima y predisponernos negativamente hacía el futuro reduciendo la motivación por el estudio, las ganas de acudir entusiastas al colegio o a la universidad e incluso nuestro potencial del día de mañana para dirigirnos hacía un puesto de trabajo.

Cuando el estrés se mantiene durante un tiempo prolongado y es intenso empezamos a somatizar sus efectos perjudiciales para la salud y el rendimiento. Solamente un nivel de ansiedad moderada facilita la productividad al mantenernos alerta sin desgaste.

La ansiedad previa a los exámenes nos predispone negativamente para acceder a todo nuestro espacio mental, en el que almacenamos la información dejándonos menos recursos cognitivos al estar enganchados en las preocupaciones.

Nos puede servir de ayuda el seguir los siguientes consejos:

  • Hacer una buena planificación del tiempo del estudio, si planificamos con suficiente antelación y dedicamos un tiempo más prolongado a su elaboración asimilaremos mejor la información que si lo intentamos hacer en un periodo corto de tiempo.
  • Saber que debemos comenzar por lo más difícil ya que a medida que vamos estudiando nos vamos a ir sintiendo más cansados y nos resultará más difícil mantener la concentración.
  • Acondicionar adecuadamente la zona de estudio con los mínimos elementos distractores.
  • Priorizar en este momento la organización y el tiempo que dedicamos a superar las pruebas de examen posponiendo otras actividades para su finalización.
  • Informarnos en la medida que podamos de que tipo de examen vamos a realizar, convocatorias antiguas…, nos ayuda a familiarizarnos y trabajar más hacía esos aspectos.
  • Aprender a controlar la ansiedad es importante ya que nos va a condicionar el rendimiento. Nos ayuda en ello:
  1. El realizar técnicas respiratorias profundas.
  2. Evitar bebidas estimulantes.
  3. Mantener la mente centrada en pensamiento positivos.
  4. No estar hasta el último presionándonos con la materia, resulta mejor distraernos con alguna actividad que nos relaje que angustiarnos intentando memorizar hasta el último minuto.
  5. Elimina los recuerdos negativos que puedas tener de otras pruebas pasadas para superar los bloqueos.
  6. Elabora estrategias para encontrarte en las mejores condiciones durante los exámenes ( tranquilo, seguro..).
  7. Fortalece tu autoestima, poniéndote retos y viendo cómo los vas superando.
  • No descuides las horas de sueño. Es importante dormir ocho horas, incluso antes de un examen. Se ha de ir descansado. Debes de saber que el asimila miento de la información se lleva a cabo durante el sueño, de ahí radica la importancia de dormir bien.
  • Cuida la alimentación debemos asegurar determinados nutrientes a nuestros organismos como la Vitamina B y E, las Sales minerales (potasio, magnesio y zinc) y oligoelementos (litio, silicio, selenio y cromo), así como no olvidar los hidratos de carbono. Todo ello influirá positivamente en el aumento de la capacidad de concentración, memoria y rendimiento intelectual .De esta manera, lo mejor sería seguir la auténtica dieta mediterránea. Carnes a la plancha, mucha verdura, pescados y aceite de oliva, entre los principales alimentos.
  •  Aunque nos quede poco tiempo, es importante dedicar alguno a hacer ejercicio ya que  favorecemos notablemente el funcionamiento de nuestro cerebro . el ejercicio es ideal para vitalizarnos y darnos energía. El cuerpo durante el entrenamiento libera endorfinas que nos hacen sentir mejor y le da al organismo una cuota de revitalización. Así volveremos con ganas de seguir estudiando, ya que estaremos más distendidos.
  • Si asociamos la época de exámenes y el material aprendido a emociones positivas nos va a resultar más agradable el afrontarlos tratando de dejar a un lado ideas negativas como el “voy a suspender” o el “voy a decepcionar a mi familia” los resultados serán mucho mejores
  • Refuérzate positivamente pensando en la época vacacional despreocupada que vas a disfrutar posteriormente a esta época de estudio y exámenes, vas asentir que vale la pena el esfuerzo.
  • Si a pesar de seguir todos los consejos, te sigue resultando difícil sería buena idea que consultaras con un psicólogo tu caso para darte consejos y ayuda más personalizada al caso.

“Céntrate en tus pensamientos positivos y no dudes de tus capacidades”

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